El poder del ‘Sí’: Orquesta juvenil multicultural prepara música y más que esoMarch 25, 2024 • Marti Pieper (Lydia Morales Translation)  • CHILDREN & YOUTH • DIOCESAN FAMILY • REACHING OUT

(De izq. a der.): Juan Pablo Santa Luna, embajador filantrópico y cultural de la Orquesta Filarmónica de Orlando; miembros de El Sistema Orlando; el representante Maxwell Alejandro Frost; el Rev. Dr. José Rodríguez; Cónsul de Documentación, Belu Cudiño Reyes, Consulado de México en Orlando; el Reverendo Hoower Cajicá, presidente de la junta de la Fundación Renacer. | Foto: Cortesía de la página de Facebook de Fundación Renacer vía Calao Corp.

Cuando la Fundación Renacer, socio de alcance comunitario de la Christ the King (Cristo Rey), Orlando, y la Jesús de Nazaret, Orlando (dos congregaciones distintas que comparten personal, edificios y ministerio), invitó al Rev. Dr. José Rodríguez, rector de Cristo Rey y vicario de Jesús de Nazaret, a un taller familiar en diciembre del 2023 en la Dr. Phillips YMCA, él aceptó. Esa respuesta afirmativa ha dado lugar ahora a una asociación multifacética que está bendiciendo a niños refugiados, sus familias y la comunidad con el don de la música y mucho más.

‘¿Tienes una casa?’

“Me reuní con familias locales, la mayoría de ellas son refugiadas venezolanas”, expresó Rodríguez sobre el taller familiar de la YMCA. “Mas estos líderes distintos mostraban sus talentos y lo que tienen para ofrecer a la comunidad de Orlando”.

Sra. Ivette Ferreira, directora de El Sistema Orlando. | Foto cortesía de: Calao Corp.

Cuando conoció a la señora Ivette Ferreira, directora de El Sistema Orlando, una orquesta multicultural compuesta principalmente por niños refugiados venezolanos, el sacerdote se sintió conmovido, a la vez que intrigado. “Sus hijos [la orquesta] tocaron cuerdas en el evento, y realmente me conmovió e impresionó”, dijo. Y luego me dirigí a Ivette, y le pregunté: “¿Tienen una casa para su grupo musical?”.

“No, no la tenemos”, le contestó a Rodríguez. “Precisamente eso es lo que estamos buscando”.

En una semana, Ferreira lo estaba llamando, y pronto, la orquesta llevaba a cabo prácticas semanales en el Salón Parroquial de la Cristo Rey.

“Los miércoles por la noche, unos cincuenta niños y padres llenan el salón parroquial, con instrumentos de cuerdas en su mayoría y algunos otros más”, explicó Rodríguez. “Dejamos que los niños de la parroquia participen en el programa de forma gratuita; es un programa de muy bajo costo. En su gran mayoría participan refugiados venezolanos y sus hijos; es una forma de que continúen con sus lecciones de música”.

Añadió que la Rev. Maytee de La Torre, rectora asistente de ambas congregaciones, está presente con los niños todos los miércoles por la noche. “Ella está disponible para ellos como sacerdote; se reúne con ellos semanalmente. La primera necesidad que estamos satisfaciendo para estos niños es espiritual, y la Rev. Maytee es su principal contacto”.

‘Visto y oído’

Una vez que la Fundación Renacer se enteró de la reunión de la orquesta de niños en la iglesia, el Rev. Hoower Cajicá, presidente de la junta y sacerdote católico romano, se involucró. “El padre Hoower estaba muy impresionado”, dijo Rodríguez. “Él es psicólogo y comenzó a brindar sus servicios, hablando con los niños, hablando con los padres y realmente incorporando toda la perspectiva de atención que se basa en traumas”.

Al poco tiempo, Cajicá trajo a un amigo al salón parroquial para visitar El Sistema Orlando en una noche de práctica: Juan Pablo Santa Luna, embajador filantrópico y cultural de la Orquesta Filarmónica de Orlando. “Él también estaba muy emocionado”, enfatizó Rodríguez. “Les prometió a los niños entradas para la orquesta; les trajo estilo. Fue realmente un momento muy poderoso en el que estos niños eran vistos y escuchados, tal como Agar en la Biblia: ‘Tú eres el Dios que me ve’. Así que fue este momento de estos niños y estos músicos, algo nuevo en nuestra comunidad, de ser vistos y escuchados por líderes en arte y cultura”.

Ser visto y escuchado no solo resultó en una invitación para escuchar a la Filarmónica de Orlando el domingo 25 de febrero, sino también en una tarde entera de arte y cultura para los niños, las familias y los invitados de honor de El Sistema Orlando. Estos invitados especiales incluyeron al congresista Darren Soto, Distrito 9; el representante Maxwell Alejandro Frost, Distrito 10; la representante Johanna López, Distrito 4; y otros funcionarios electos. También estuvieron presentes representantes de importantes organizaciones sin fines de lucro y tres vicecónsules: Sra. Belu Cudiño Reyes, cónsul de documentación, Consulado de México en Orlando; Sr. Francisco J. Fernández Rubiera, cónsul honorario del Reino de España en Orlando; y el señor Rafael Ricardo Orozco García, ministro plenipotenciario, cónsul general de Colombia en Orlando.

Todos vinieron “para apoyar a los niños y acompañarlos en su primera visita a la orquesta”, explicó Rodríguez. “Y luego se unieron a los niños para una recepción privada organizada por la Primera Iglesia Metodista Unida de Orlando, un socio adicional; Cristo Rey, Orlando; y la Fundación Renacer”.

“Además, como regalo especial, un famoso escultor llamado Juan José Cobos voló desde América Latina”, añadió Rodríguez. “Creó la escultura más grande de Sudamérica y está en Colombia. Vino y les dio a los niños una conferencia sobre escultura y artes. Los niños se reunieron con los funcionarios electos, y luego, cenamos con ellos; una gran celebración después del concierto. Y ahí se sumó otro grupo, Alianza Center, que es donde trabajo cuando no estoy en la iglesia”.

‘Abre las puertas’

El Sistema Orlando actuando en el Primer Viernes del Alianza Center. | Foto cortesía de: Caleo Corp.

El Sistema Orlando ahora ha agregado un componente coral, lo que significa que los niños más pequeños también pueden participar. El viernes, 1 de marzo, la orquesta juvenil realizó su primer concierto público, evento auspiciado por líderes que la agrupación conoció en el concierto de la Filarmónica de Orlando.

“Era algo llamado Primer Viernes”, anunció Rodríguez. “Es un evento multicultural que realiza Alianza Center mensualmente y la orquesta de niños fue invitada como invitados especiales. Esa noche actuaron con otros artistas, incluyendo artistas folklóricos de Puerto Rico, y luego interpretaron su música. Luego los niños sorprendieron a todos interpretando, con un vocalista, una canción folklórica puertorriqueña que hizo llorar a todos. […] Se llama ‘En mi viejo San Juan’, una canción muy importante para la comunidad puertorriqueña.

“Entonces, los niños venezolanos y sus vocalistas armaron algo para la comunidad puertorriqueña”, dijo. “Y de eso es que se trata la comunidad: unos para otros”.

“Así que realmente abrazamos a los niños con la comunidad”, explicó Rodríguez. “La iglesia los abrazó con el amor de Jesús, pero luego la comunidad mayor y la Fundación Renacer los han abrazado también. Ahora no solo presentamos El Sistema Orlando en la parroquia, sino que la orquesta está creciendo y están comenzando a participar en eventos; los hemos ayudado a ser aceptados por la comunidad. […] Les proporcionamos un espacio que los nutrió y se convirtió en un punto de partida; además, les presentamos a la gente.

“Y ahora, en la Fase 2 de esto, organizaremos un campamento de verano de tres semanas, y aceptamos con gusto donaciones financieras”, añadió. “Así los niños de la orquesta pueden venir a la iglesia, y durante tres semanas, cinco días a la semana, pueden simplemente interpretar música con maestros, directores y preparar actividades. Toda la comunidad apoya a los niños para tener ese campamento este verano”.

Para Rodríguez, toda la experiencia con El Sistema Orlando trasciende más allá de los niños, aunque son importantes. “Este es un ejemplo de ministerio hispano”, dijo. “No es necesario hablar español para hacer esto. No hace falta hablar español para abrir las puertas de tu salón parroquial a un grupo de niños y dejarles hacer lo suyo.

“Hay que tener la voluntad de trabajar con personas que hablan un idioma diferente y que viven sus vidas a un ritmo distinto”, añadió. “Es posible que vean las cosas de manera diferente. No es fácil abrir su salón parroquial, pero resulta más fácil si lo hace con un corazón y una mente abiertos.

“Y eso está bien”, animó Rodríguez. “Dejen entrar a la gente; deje que la gente haga lo suyo y se adapte. Pero lo hacemos al revés. Construimos algo y tratamos de obligar a la gente a hacerlo. Simplemente tenemos que abrir las puertas y dejarles hacer lo suyo, y seguir adelante”.