La Celebración de Nuevo Ministerio e Instalación fué celebrada en Cristo Rey y Jesús de Nazaret en el vecindario Azalea Park de Orlando en la tarde del domingo 6 de febrero contó una historia única. Es una historia que incluye tanto a las personas involucradas, los corazones detrás de las iglesias, y el trabajo de su reino. El servicio celebró la fusión de dos equipos pastorales: el Rev. Dr. Edward Weiss y el Rev. Dr. José Rodríguez como co-rectores de Cristo Rey y co-vicarios de Jesús de Nazaret, la Rev. Maytee de la Torre como rector assistente de ambas iglesias y el Rev. Emilio González como diácono de ambas iglesias.
“Es lo que considero un evento histórico,” dijo The Rt. Rev. Gregory O. Brewer, obispo diocesano, quien presidió el servicio con la traducción de la Rev. Jacqueline Ponce de St. John’s en Kissimmee. Elogió a las dos iglesias, que trabajan al unísono pero mantienen sus distintos testimonios, señalando que Rodríguez y Weiss “trabajan juntos tan colegiadamente;” y agregando que el el tributo se extiende mucho más allá de los co-rectores.
“Para muchas congregaciones, esta no sería su historia,” dijo Brewer, describiendo lo que dijo es una cadena de eventos más típica: cuando los miembros anglosajones de una iglesia se mudan a otras barrios mientras la población hispana crece en su propio barrio, no hay nuevos anglosajones que se unen. Los miembros anglosajones leales regresan a la iglesia que aman, pero eventualmente, ellos envejecen o se enferman y no pueden asistir. La iglesia se encoge y termina siendo vendida porque tiene muy pocos miembros para continuar, generalmente a una congregación hispana la cual observa un crecimiento explosivo.
“Estoy encantado de que esa no sea la historia aquí,” dijo. “En cambio, el liderazgo de estas dos congregaciones han dicho: ‘Es mejor para nosotros estar juntos, porque tenemos una misión, servimos un Señor, y Dios nos está enseñando a amarnos los unos a los otros. Entonces, ¿por qué dejaríamos a nuestros hermanos y hermanas?'”
“Estamos viviendo nuestra fe,” dijo Rodríguez sobre la celebración y el corazón detrás de ella. “Estamos viviendo en nuestro credo de un Señor, una fé, un bautismo, al unir nuestros equipos pastorales.”
Aunque las dos congregaciones siguen siendo distintas, “Esto no es una división racial,” dijo Rodríguez. “Esta es una distinción de testigos. Cada uno somos competentes en un área; las diferentes identidades vienen debido a nuestra habilidad para comunicar el evangelio.”
A través del proceso de fusión de los equipos pastorales, Cristo Rey ha redescubierto su patrimonio, nos explicó. Mientras estudiaba los archivos de la iglesia, se enteró de que un domingo en la década de 1960, Cristo Rey se unió a otras dos iglesias para recaudar aproximadamente $2 millones (ajustado por inflación) para el alivio de la pobreza en Florida Central. Pero esa no fue la única forma en que la iglesia participó en el ministerio multicultural.
“En el corazón del movimiento por los derechos civiles, mientras Florida Central aún estaba en proceso de desegregación, habían sacerdotes haitianos negros predicando en el púlpito de Cristo Rey, y la iglesia estaba invirtiendo en ministerios de salud en el Caribe,” dijo Rodríguez. “Esta iglesia siempre ha sido diferente. Y luego, también en los años 60, la iglesia poseía dúplex que amueblaba y usaban para albergar a familias de refugiados cubanos recién llegados.”
A través de los años, esa historia de alcance fue casi olvidada, dijo Rodríguez. “Pero cuando me converti en vicario de Jesús de Nazaret y comenzamos nuestro alcance, no era nada nuevo. Esto era tierra ya fértil. No lo sabíamos, pero el espíritu que había inspirado estos actos previos de gracia en nuestra comunidad seguía muy presente, esperando ser accesada nuevamente. … El alcance del huracán María, el alcance del terremoto y ahora el alcance de COVID … son solo una extensión de más de cinco décadas de alcance que la iglesia aquí ha hecho antes por parte de gente habla inglesa dando la bienvenida al extraño. Y ahora, el extraño se está incorporando al cuerpo a nivel local,” nos dijo.
Para Harold “Hal” Williams, el único miembro fundador que queda de Cristo Rey, esa herencia ha regresado a su punto de partida. Durante el servicio de celebración, se sentó en el primer banco con su hija Laura Lee Brewer, la esposa del obispo.
La opción de las iglesias de abrazar sus herencias y unir a sus equipos pastorales no tiene nada que ver con ahorrar dinero o eliminar personal, señaló Rodríguez. “En la economía de la mayoría de las iglesias episcopales, las parroquias se unen para reducir costos. En la economía de Dios, su unene las iglesias para la sinergia.
“Tres sacerdotes y un diácono entraron en la iglesia, y tres sacerdotes y un diácono salieron de la iglesia,” dijo. “Dos congregaciones entraron en la iglesia, y ambos se fueron, unidos con un propósito, unidos como uno. Ambos salieron enriquecidos; ambos salieron con un equipo completo que nunca han tenido antes. Y ambas congregaciones se están beneficiando de esta unión.”